¡La bomba era Özil!

El mago Özil cuelga la chistera en el teatro Bernabéu. En una tarde-noche de locos, el artista alemán realizó su último truco como futbolista del Real Madrid. Nada por aquí, nada por allí, y en un abrir y cerrar de ojos desapareció para poner rumbo al Arsenal, dejando huérfano el número 10 y a una afición ávida de magia que llora su marcha.

El Madrid se guardaba una carta bajo la manga. Una vez cerrado el fichaje de Bale y casi la marcha de Kaká, en el Bernabéu se pusieron manos a la obra para desprenderse de otro jugador. Del 10. De Mesut Özil. El club quiere vender al alemán, por el que esperan sacar una buena tajada.

Fuentes del club comunicaron anoche a MARCA que Özil ya tenía un acuerdo con el Arsenal desde el sábado Al hacérselo saber al Madrid, se han puesto a negociar con el equipo inglés. La Directiva blanca ha pedido 50 kilos y, ante la negativa del club de Londres, a última hora de la noche de ayer negociaban un pago de 45 millones de euros más 5 en objetivos.

La noticia cogió por sorpresa a todos, ya que Özil ha reiterado en numerosas ocasiones su intención de quedarse en el Madrid. Pero en el club, dispuestos a elegir entre vender al alemán o a Di María, se han decidido por dar salida a Özil. Ancelotti dio el visto bueno. Ahora mismo, el argentino está por delante en la rotación, de ahí la medida del club de intentar sacar dinero por un jugador muy bien valorado y cuyo traspaso serviría de calma para las arcas blancas tras el pastizal pagado por Bale.

El rey de las asistencias
En sus tres temporadas —más dos partidos de la presente— en Chamartín, el alemán ha dejado su huella en el Real Madrid. Ha marcado 27 goles en 158 partidos, pero su dato más espectacular es el de las asistencias. 71 goles ha regalado Özil a sus compañeros. Y más allá de los datos, las sensaciones. El 10 ha formado una sociedad imparable con Cristiano Ronaldo y ha enamorado al público del Bernabéu.

Su calidad ha levantado los “oooh” de la afición en innumerables ocasiones. Una hinchada que se quedará huérfana de la magia alemana del número 10. A pesar de su marcha, la plantilla tiene calidad de sobra. Pero Özil, además, aportaba ilusión.

El alemán empezó el día en el banquillo del Santiago Bernabéu, junto a Casillas. Y no se movió de ahí en todo el partido. Ancelotti le relegó a la suplencia para dar entrada a Di María. El primer atisbo de divorcio tuvo lugar en Los Cármenes, hace una semana. Ancelotti sacó a Özil del campo, que no se lo tomó nada bien y se marchó directo al vestuario y de ahí, al autobús cuando el árbitro estaba señalando el final del partido.

Hoy, último día del mercado de fichajes, se cerrará su adiós al Real Madrid. El 10 se queda sin dueño.